Nuestros enemigos son las verduras, hortalizas y frutas. Tenemos una gran capacidad para encontrarlos y separarlos de lo que sí es comestible. No solamente eso, si no que también los vaqueros son nuestros enemigos, la tela es muy distinta y hay que andar con botones y cremalleras. Son un incordio. Lo que nunca entenderemos es porqué hay que cambiar de calzado cada poco tiempo.
¿Suena raro? Es nuestra realidad. Si con cualquier niño te costarían ciertas cosas, imagina con un niño inflexible, testarudo y con dificultades para comunicarse. Hay días duros, hay momentos duros, pero por nada del mundo cambiaría a mí hijo.
Hace un tiempo, no recuerdo dónde, leí que ver el autismo como algo intruso en las personas, no solamente no ayuda si no que es un error, ya que las personas con autismo que conocemos no serían esas mismas personas sin autismo. Creo que es una forma de verlo, pero desde mi punto de vista es tan válida esta forma como cualquier otra que te ayude en el camino.
Para otras familias, los enemigos serán los ruidos fuertes, las luces muy brillantes, determinados colores o tejidos,… Con esos enemigos tenemos que lidiar y no es fácil, así que os aconsejo que penséis siempre en lo mejor para vuestros hijos, hay enemigos que se pueden evitar y otros que hay que trabajar para acostumbrarnos, diferenciarlos es vital.
martes, 26 de junio de 2018
Los enemigos
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